domingo, 7 de septiembre de 2008

Bautismo

De malenagrecia


Santorini, 7 de septiembre

Hace ya unos días que no aparecen novedades en el blog, y aunque no tenemos excusa, sí tenemos una explicación. Todo ha sido cosa de la belleza, que ha decidido materializarse sobre el Malena y se obstina en acompañarnos allí donde vamos sin apenas darnos tregua. Vivo estos días con el aliento contenido. No por miedo al Meltemi, ese viento del norte, igualmente obstinado en ocasiones, sin cuyo permiso este viaje no sería posible. Contengo el aliento para evitar perderme el más mínimo detalle. Ante algunos paisajes, esa dinámica orgánica que habitualmente me pasa inadvertida -la respiración, los latidos de mi corazoncito- se hace perceptible y desencadena sentimientos contrapuestos. Por un lado me recuerda lo frágil que soy, lo perfecto que soy; lo frágiles y perfectos que somos todos. Por otro lado, quisiera detenerla. Dejar de respirar, parar el corazón unos segundos para que sólo exista ese paisaje, para que en ese instante de belleza, únicamente sienta la caricia de Dios, rozando levemente mi mejilla izquierda. Y no puedo evitar cerrar los ojos, abrir los brazos, transformarme en luz, fundirme con el Agua y con la Tierra. Vivo con el aliento contenido, en un bautismo nuevo, interminable de amor y de belleza desatados.

Nahr.

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