domingo, 21 de septiembre de 2008

Sunio, the end

A los pies del templo de Poseidón (una vez más). 19 de septiembre
(fotos.... mas tarde)

Volvemos al lugar de los hechos, puros criminales. Ahí donde hicimos la ofrenda y a cambio, por lo visto, Poseidón firmó el acuerdo de ofrecernos una buena mar. Tramposo, nos hizo salir, confiados, para luego hacernos una envolvente con su amigo Eolos, dándonos Meltemi por un tubo durante la mitad del resto del viaje (tenemos pruebas, datos, fotos...).

Hoy hemos dejado atrás una mañana ventosa en el lugar mágico donde fondeamos: la doble bahía de Koplona, al noroeste de Kythnos. Está formada por un islote (Ayos Louka) unido a la isla mayor por un estrecho istmo de arena, con forma de arco muy cerrado. La disfrutamos juntos y por separado. Castillos de arena, buceo, una carrerita por la costa... y una pequeña expedición entre los riscos que llevó a Toni a un escondite formado por algunas... mejor que lo cuente él:

A l'extrem de l'illot hi havia un autèntic viatge al passat, al paleolitic.
De malenagrecia
Un tancat de pedra seca, amb una tècnica molt peculiar de Kithnos, ple de cabretes voltant un petit refugi de pedra amb sostre de grans lloses i llindars poc adients per tan humils residents. Les cabres beuen d'un aljub que recull l'aigua que corre pel coster de la muntanya. Eixut l'aljub a final d'estiu, mes tard veuriem el personatge silenciós que, amb un mul, puja l'aigua a les cabres i la reparteix entre recipients reciclats d'allò que la mar treu a la platja.


Un altre grup de cabres creua la platja seguint les passes del seu pastor, que els porta herba verda com a llepolia.
De malenagrecia

El segueixen fins a l'esglèsieta que hi ha sobre l'illa en una espècie de processó votiva que omple l'horitzó de siluetes banyudes.

De malenagrecia

Pero eso, a estas horas de la noche, parece que ocurrió en otra vida. Nos separan 50 millas, algunos delfines... y cientos de miradas hacia el cielo, cada vez más encapotado... En el último tramo repartí la atención entre el frente plomizo y el rostro de Bruce, Mandy, Víctor jr y Elías. No quería perderme su encuentro con el templo. Es un lujo observar la sorpresa reflejada en el rostro ajeno. A todos nos hace niños. Mandy esperaba un encuentro "dramático", su forma de describir las fotos que había visto en el Blog mientras esperaba su turno en Mallorca.

El templo llegó de forma poco escandalosa. Lo vislumbramos a lo lejos, una mota gris en una tarde plata; gracias al atardecer, le vimos sonrojarse al tiempo que nos acercábamos, hasta quedar sobre nuestras cabezas, encendido.
El templo de poseidon en una escotilla del malena. Un pequeño lujo. Mas fotos en malenagrecia

No hay comentarios: